Con la llegada del invierno, las temperaturas caen y aumentan los accidentes caseros por el uso de métodos antiguos de calefacción, como braseros eléctricos o estufas de carbón, leña o gas.
En el mundo se producen miles de accidentes como consecuencia de la inhalación de gases que pueden proceder de: pozos o fosas sépticas, tanques industriales, bodegas de barcos, humo de incendios, bodegas de vino durante la fermentación, simas o cuevas, escapes de gas butano, etc. En todos estos casos se acumulan gases que no contienen oxígeno, o bien existen sustancias que bloquean alguna función vital del organismo, por lo que respirar en esa atmósfera puede provocar la muerte.
Revisión de aparatos e instalaciones y manetener espacios ventilados es la mejor acción para evitar accidentes.
El monóxido de carbono formado o la falta de oxígeno en el aire pueden asfixiarle |