En el
mundo se producen miles de accidentes como consecuencia
de la inhalación de gases que pueden proceder de:
pozos o fosas sépticas, tanques industriales,
bodegas de barcos, humo de incendios, bodegas de vino
durante la fermentación, simas o cuevas, escapes de gas
butano, etc. En todos estos casos se acumulan gases que
no contienen oxígeno, o bien existen sustancias que
bloquean alguna función vital del organismo, por lo que
respirar en esa atmósfera puede provocar la muerte.
El
monóxido de carbono formado o la falta de
oxígeno en
el aire pueden asfixiarle
El
peligro de intoxicación por
monóxido de carbono se debe a que "es un gas inodoro,
incoloro, no irritante y silencioso", que es producido
por la mala combustión del gas natural, la leña, el
carbón...
No
menos importante es el riesgo de
incendio que puede provocar el uso de este tipo
de aparatos. Un reciente estudio de accidentes en el
hogar indica que un 68% de las personas no utiliza
barreras protectoras para estufas y chimeneas. Además
un 90% de los accidentes de los niños son por causa de
quemaduras.
Cualquiera de los sistemas o equipos para calefacción
que podamos disponer en nuestro hogar, es prioritario
que se encuentre en buenas
condiciones de uso, lejos de elementos o
materiales combustibles y alejado del alcance de los
niños o adultos mayores.
Riesgo por falta de mantenimiento |
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Una instalación
eléctrica deficitaria puede provocar
electrocución ó riesgo de incendio.
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La falta de
mantenimiento/revisión de la instalación de gas
puede provocar asfixia o riesgo de explosión.
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Riesgo
de
incendio
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Riesgo de
intoxicación / envenenamiento
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- Motivado
por la falta de ventilación o la ausencia de una
abertura que permita la circulación de aire.
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